jueves, 28 de octubre de 2010

LEJANA (Romeo Murga, 1904-1925)

Como el sendero blanco porque vuela mi verso,
eres tú, toda llena de cosas extrañas.
Llevas algo de extraño, de sutil y disperso
como el polvo que dejan atrás las caravanas.


Amas la lejanía y eres la lejanía.
No has soñado jamás con la paz de tus lares.
Tienes el gesto claro y la blanca osadía
de las velas que parten hacia todos los mares...


Todo camino sabe de tu huella. Los montes
y el viento te desean. Tú -sin saber, acaso-
reclinas tu cabeza sobre los horizontes,
como sobre el regazo.


Y otra vez al camino, al viaje comenzado,
a las cosas lejanas del dolor y la muerte.
Si alguna vez, mujer, pasaras por mi lado
yo no podría detenerte.



Me quedaría inmóvil. No me querría asir
a tu pálida vesta de ensueños y azahares;
sólo por la tristeza de mirarte partir
como una vela blanca hacia todos los mares...